He dicho terremoto, porque en el siglo XVIII, en
Almansa se dejo sentir en dos ocasiones un temblor de tierra de considerable
proporción que llenaron de espanto a la población.
Buscando detalles de estas convulsiones sísmicas,
encontré un libro sobre el tema -que naturalmente nadie ha leído jamas- y me
entretuve en hojearlo.
Se trata del CATALOGO SISMICO, de Galbis Rodriguez
escrito hace mucho tiempo y al que nadie acudiría para entretener una espera,
como ya he dicho, que ofrece una "relación de algunos terremotos
sentidos en la
zona comprendida entre los meridianos 5 grados E y 20 grados O. de
Greenwich y
los paralelos 25 grados y 45 grados N., desde los tiempos históricos mas
antiguos hasta el año en que se obtuvieron en España los primeros
sismogramas."
Empieza esta relacion citando un párrafo de la Crónica General de España
en el que se afirma que "Thobel", el Tubal de nuestras
historias, vivía aun cuando un terremoto u otra cosa natural rompió la
lengua
de tierra que unía áfrica con España y puso en comunicación el Atlántico
y el
Mediterráneo, y continua recogiendo toda clase de mitos y leyendas, mas o
menos
verosímiles, publicados por diversos autores. Poco a poco se adentra en
la Historia y nos ofrece, ya documentados, los grandes terremotos
padecidos en el
área señalada, a la cual pertenece la península Ibérica.
Buscando entre fechas y lugares las ocasiones en
que Almansa hubiese podido verse afectada por estas convulsiones,
encontré que,
a lo largo de la historia hubo seísmos que conmocionaron a toda España
en general, o a extensas regiones mediterráneas (como por ejemplo en
1.396, en que
"hubo grandes terremotos en todo el reino de Valencia y en las comarca
que confinan con Castilla"), pero sin detallar lugares concretos.
Las dos únicas ocasiones que se encuentran descritas con detalle son las ya citadas en el siglo XVIII.
La primera ocurrió en 1.748 (23 de marzo), repitiéndose los temblores el 2 de abril.
"A las 6 h. 15 m. ocurrió en el reino de Valencia uno de los
mayores terremotos que se registran en dicha región.
Se hundió completamente el castillo-convento de la Orden de
Montesa, abriéndose la peña que lo sustentaba y sepultado entre sus ruinas 18
de sus religiosos; cuentas que el Prior del Socorro de la Orden de San Agustín
que iba de viaje en dirección a Valencia, vio abrirse la tierra y quedar en
ella sepultado el criado que le acompañaba.
Jativa fue una de las ciudades que experimentaron mayores
extragos, quedando muchos de sus edificios, iglesias y conventos convertidos en
ruinas; duro unos 15 s., no habiendo que lamentar desgracias personales.
El terremoto se repitió el 2 de abril, con mayor virulencia,
si cabe, que el día 23.
En la villa de Enguera se hundieron el día 23 muchas casas y
la Iglesia, donde pereció el cura y otras dos personas, y el día 2 cayeron 108
casas, ocurriendo muchas desgracias personales, siendo necesario abandonar el
resto de los edificios por encontrarse en ruina. La villa de Anna vio caer su
iglesia en día 23, y el día 2 algunas casas. En Manuel y Novele el terremoto
del día 2 quebranto todas las casas, y lo mismo ocurrió en Canales (Castellon)
(sic). En la villa de Vallada se resintieron todos los edificios, incluso la
iglesia.
Alcudia de Veo (Castellon) quedo totalmente en ruinas el día
23, menos el campanario, que se hundió el día 2, así como el palacio señorial.
En Torrente se desplomaron siete casas y la iglesia, sepultando entre sus ruinas 23 personas, de las cuales cinco murieron.
En Estubeny se hundieron siete casas y el palacio. Rotgla y
Corvera quedaron totalmente destruidas".
Como de lo sucedido en Almansa no menciona nada,
para enterarnos tenemos que recurrir a nuestro Archivo Municipal, en el
que encontramos que en el cabildo celebrado el 3 de abril, se anoto lo
siguiente:
"Que en atención a que las divinas iras se han explicado por
nuestras culpas con los temblores de tierra que se experimentaron en
esta villa
y otras de su circunferencia, la mañana del día veinte y tres de marzo
próximo,
que aunque no causaron el temor que correspondía para nuestra enmienda
por no
haber memoria de semejantes demostraciones, ni menos los estragos que
producen,
habiendo tenido la certeza de los que en el mismo día y hora, que lo fue
entre
seis y siete de la mañana del día citado, padecieron de iguales
temblores, en
esta inmediación, el Castillo de Montesa (que siendo una de las
fortalezas mayo
res de estos reinos que en tiempo alguno ha podido conquistares con la
fuerza
mas superior de enemigos combates) al que causo dicho temblor de tierra
se
arruino la mayor parte de dicha fortaleza, haciendo tan lamentable
estrago, como dejar en sus ruinas sepultados hasta veinte y una
personas, experimentandose
este estrago tambien en la villa de Montesa con la muerte de cuatro de
sus vecinos y la ruina de muchos edificios, extendiéndose a lis villas
de Enguera,
Vallada, y en aquella, y su Iglesia, quedo muerto a la violencia de lo
que se
arruino de ella, su Parroco rector con algunas casas de los dichos
pueblos, y
otros, como son Torrente de la Costera, Llaneras, Canales, Escubent, que
son de
los que por mas extenso se han tenido noticias de sus ruinas en el
expresado
día y hora, la que dio motivo a la conturbación de los vecinos de este
pueblo,
la que se aprecio la noche del día próximo entre nueve y diez de ella,
que repitiendo otro temblor de tierra con bastante violencia, pues los
edificios llegaron a estremecerse, pero mucho mas los conturbados
ánimos, porque en las casas, no quedo persona, temerosa de que los
edificios se arruinasen, clamando
misericordia a nuestro Dios y Señor, convocándose a esta Parroquial
Iglesia en
donde se expuso a Nuestra Divina Majestad Sacramentado, por algunas
horas, y
haciéndose preciso se volviese al Sagrario, el clamor del pueblo fue
general,
pidiendo se trajese la Milagrosa Imagen de la Gran Reina y Señora de
esta
Noble, leal y fidelísima villa, por cuyo patrocinio de muchos siglos a
esta
parte hay experiencia y tradición haber conseguido el total consuelo en
todas
sus tribulaciones y siendo la presente mayor y sin ejemplar, se ha hecho
mas
temible con las lamentables resultas de que va hecha mención; y deseando
dar el
debido consuelo a esta villa y al Muy Reverendo Clero que hizo igual
demostración; en la misma noche se les manifestó que tendría efecto la
siguiente mañana
y se tuvo a bien publicarlo a la una de ella con lo que se experimento
gran jubilo, y en la confianza del patrocinio de esta Señora, se logro
recudiesen las
gentes cada una a su habitación con el seguro de que con tan poderoso
auxilio,
experimentarían su consuelo (como así se ha experimentado) porque
universalmente han exclamado el total sosiego de su temor y
perturbación, y deseando esta
villa complacer a sus habitantes a tan justa suplica, y rendidos a la
vista de
esta gran Señora se le retribuían las mas debidas gracias, y con
reverentes
cultos y rogativas, se clame por su intercesión la divina piedad, para
que sus-
pendiendo sus justas iras explicadas en dichos temblores y sus resultas,
logre
esta villa la divina clemencia: Determino que en el modo, y disposición
acostumbrada que permita lo acelerado de la determinación para que la
necesidad al
peligro eminente no da mas tregua, se pase a la Ermita de la colocación
de dicha Soberana Imagen y se traiga y se ponga en su trono de esta
Parroquial, en
donde se le tributen los cultos mas expresivos por el tiempo que se
tuviese por
conveniente; y para que se practiquen las prevenciones correspondientes y
lo
demás que se estime por necesario ínterin existan las rogativas, se
noticie esta resolución al muy Reverendo Clero con recado político para
su concurrencia;
y tambien al muy Reverendo Padre Guardián o su presidente para el mismo
fin según ha acostumbrado concurrir en semejantes la venerable y
religiosa comunidad
de Nuestro Padre San Francisco de Descalzos, de esta villa, y por los
respectivos comisarios, a cuyo cargo están las providencias se conduzca a
este fin, se
nombraron a D. Marcos Enriquez de Navarra, Caballero del habito de
Montesa y a
D. Tomas Galiano Spuche, vecinos de ella".
Este escrito no es ningún sermón; es un acta del
Ayuntamiento. Si los mas ilustres hijos de Almansa razonaban
religiosamente de
esta manera, no podemos maravillarnos de que en la antigüedad,
Aristoteles admitiera que el aire encerrado en la tierra, al tratar de
salir al espacio, producía los temblores. Este aire, según el filosofo,
se formaba a causa de la
evaporación de la humedad del suelo, caldeado interiormente por el fuego
que
ardía en las entrañas del mundo.
Esta creencia estuvo considerada durante muchos siglos como irrefutable.
Tambien hubo quien creía que los terremotos eran
debidos a los Titanes que estaban aplastados por la enorme mole del Etna. En su
TEOGONIA dice Hesiodo: "He ahí a los Titanes, hijos de la Tierra, que
combaten
contra los Centimanos, hijos del Cielo. A su alrededor, el mar sin
limites muge
con estrépito; a sus pies se oye el fragor profundo de la Tierra; el
vasto Cielo se agita y gime; el Olimpo retiembla hasta sus cimientos y
en los mismos
abismos del Tartaro resuena el ruido de las rocas que se derrumban.
Jupiter
despliega entonces sus fuerzas; desde las altas cimas del Olimpo lanza
fuegos
chispeantes; los rayos parten de continuo de su mano terrible; la Tierra
se enciende; el Océano aparece cubierto de ígneas olas, y los
sofocantes vapores rodean a los Titanes. Deslumbrados por el rayo,
abrasados los ojos por el relámpago, Jupiter los precipita a los abismos
de la Tierra; Briareo, Giges y los demás hijos del Cielo sujetan los
con cadenas indestructibles y sobre ellas descansan los cimientos del
mar y de los continentes que aun tratan de agitar a
veces".
No queda ahí la cosa en cuestión de creencias; para los japoneses, cerca de Tokio había un enorme pez que producía los temblores
"Tiene este pez aplastada la cabeza por una voluminosa piedra, tan grande como
una montaña, y cuando este pez se agita y golpea el suelo con su cola se producen los temblores".
En la India se suponía que un gigantesco topo arañaba la tierra, formando galerías subterráneas y ocasionando hundimientos que
producían las convulsiones del planeta.
Y había quien pensaba que no se trataba sino de una tortuga
que llevaba sobre su caparazón la esfera de nuestro mundo; otros hablan
de perros moradores debajo del suelo, que lo hacen extremecer con sus
juegos y reyertas, o al rascarse y sacudirse sus parásitos.
Algunos espiritus mas despiertos consideraron quizá ridículo
el que unos sencillos animales, por grande que fuera su tamaño, tuvieran
la culpa de tantas calamidades, y en las tierras del Norte de Europa se
atribuía el
temblor a un rey escandinavo.
Era Loke un monarca en quien se personificaba y
reunía todo el mal, y este pérfido rey se transformaba a cada instante
en distinto animal, no solo para realizar sus maldades, sino tambien
para burlas los
esfuerzos que para cautivarle hacían los Ases o dioses principales. Al
fin consiguieron estos encadenarle, en figura de salmón, entre tres
grandes peñascos,
e hicieron que una serpiente, suspendida constantemente sobre la cabeza
del malvado, arrojase sobre su cuerpo una ponzañosa sustancia que le
producía acervos
dolores. Su ultima esposa, la virtuosa Singris, era quien aliviaba su
martirio
recogiendo el veneno en una copa. Si quedara Loke hasta que llegado
señalado
para el fin del mundo, se le de libertad para que lo destruya y mientras
llegue
ese día fatal solo puede conmoverlo con sus terribles convulsiones.
Otros mitos aseguran que a quien ataron a las rocas fue al dios Loti, por haber asesinado a su hermano Baldwin, siendo igual el
resto de la historia.
Los turistas que van camino del Cabo Norte se detienen al llegar a Torghatten para admirar un túnel natural que atraviesa por
completo la inmensa mole montañosa y es fama que esta ancha herida de la roca
la produjo el veneno que la esposa de Loti recogía en su copa y después vertía
sobre la Tierra.
Con motivo del temblor del año 46 de nuestra Era,
el emperador de la China Koang-ou-ti, decretaba: "En estos dias la
Tierra ha
temblado, haciéndose sentir mas fuerte en Nan-Yang. La Tierra sostiene
el peso
de todas las cosas y seres y pesa mucho por eso y así queda naturalmente
en reposo. Sin embargo, ahora tiembla y se rasga, lo que es culpa del
Emperador, por
no serle favorables los espíritus..." Y domina en el decreto la creencia
de
que las faltas del emperador y de los ministros del Imperio han merecido
avisos
del Cielo y de la Tierra.
Como vemos, en todo lugar y tiempo, los hombres se
sienten infinitamente diminutos y desvalidos ante la pavorosa fuerza de
la Naturaleza y suplican su piedad, intentando encontrar una explicación
humana (o
necesitándola) a sus cambios de estado.
Para este dialogo suplicatorio, se valen de objetos de misteriosa
procedencia, a los que se atribuyen poderes especiales; o
bien que por su forma o materia sirvan para reactivar o resucitar las
sensaciones vividas durante el fenómeno que les aterra.
Pero de esto ya hemos hablado. Volvamos con los terremotos padecidos en Almansa.
El segundo de ellos, ya citado, tuvo lugar el primero de noviembre de 1.755 y fue aun de mayor intensidad que el anterior.
El catalogo consultado nos dice que: este terremoto fue uno de los mas
intensos registrados en la Península, comparable con el
que sacudió a Lisboa en enero de 1.531 y de un área macrosismica mucho
mas extensa (16 millones de km2), siendo sentido en toda Europa y una
parte de África
ocasionando numerosas víctimas, mas por oscilaciones terrestres del
sismo y sus
consecuencias, que por el maremoto que siguió a aquellas.
Al ser Lisboa, la ciudad donde mas estragos causo
el terremoto, se le conoce como el "Terremoto de Lisboa". Y es natural, ya que
causo la muerte de 40.000 personas, según las investigaciones actuales.
En el Mediodía de Francia y en Cataluña, las aguas
se enturbiaron de tal modo, que en algunos lugares parecía sangre.
En Baleares se sintió con gran intensidad, aunque
no se tienen noticias exactas de los males causados; en Marruecos fue
tan violento que no quedo edificio sano, cayendo casi todas sus
mezquitas, que sepultaron muchos fieles.
Se noto en Mequinez, en Fez, en Salen, Arcila, Mamora, Larache y Tanger;
en Safi y Santa Cruz. En Tetuan, en Melilla. En Ceuta
el mar subió primero siete pies (poco mas de dos metros) para bajas
seguidamente de tal modo que quedaron los barcos y los peces sobre la
arena.
En Europa se sintió en Francia, en La Haya, en Roterdam, Utrech, Leyde, Hamburgo y un largo ecetera.
Como es natural, tambien se noto en Madrid. El rey
Fernando VI, muy asustado por el hecho y por las noticias del desastre
de Portugal, quiso conocer la importancia real que el terremoto había
alcanzado en el
reino y ordeno a los gobernadores de las provincias que le fueran
remitiendo
los informes de los alcaldes de los pueblos respectivos.
El que se redacto en el Ayuntamiento de Almansa es el siguiente:
"Noticia individual de lo que se experimento en esta M.N.L.
y Felicitara villa de Almansa, Reino de Murcia, Obispado de Cartagena,
por causa del temblor de tierra que acaeció el cuarto de hora para las
once de la mañana del día primero del que señala mes de noviembre de
este año de 1.755.
En dicha hora movía lento viento hacia entre Norte y Poniente, bastante
frío, y se sintió gran temblor de tierra en la población, moviendo
las gentes de sus asientos y lo que pendía extraño de las paredes; estas
se movieron de una a otra parte muy particular, la superior y elevada
oyéndose gran
estruendo como que cruijian las maderas y las personas trastornaba el
movimiento de la tierra, y hacia en el interior advirtieron mucha
novedad, y en algunas
partes para el vomito, y todas dejaron sus habitaciones, ocurriendo los
mismo
las gentes que se hallaban en la Parroquia e iglesias de los dos
conventos de
Nuestro Padre San Francisco, de descalzos, y Agustinas Recoletas, Ermita
del
Patriarca San Jose, todas cuatro intramuros, y en las que se estaba
celebrando
el tremendo sacrificio de la misa, sin que quedase persona que no dejase
dichas
iglesias, temerosos y llenos de pavor, y el orador de dicha parroquia
tambien
rezo y se retiro, después de exhortar al dolor y contrición con un acto
muy
fervoroso.
Se suspendió la fuente de dicho terremoto como de tres a cuatro minutos,
repitiendo con exceso porque se vieron las espadañas o campanarios
ladearse con inclinación bastante, a tierra caer algunos fragmentos de
piedra y
yeso como del peso de una libra algunos, y en el castillo, tambien
intramuros
de esta villa, se cayo una almena y parte de tapias, aunque bastante
derruidas
por el tiempo, creyendo las gentes que se desplomaban todos los
edificios, cuyo
temblor en la manera expuesta duro de siete a ocho minutos advertido
general-
mente, pero (a Dios las Gracias) no se ha experimentado ni reconocido
quebranto
considerable en las iglesias y población, bien en cuanto a la parroquia,
por
ser su nave de mucha anchura, dilatada, y de elevación, prudentemente se
teme
mas expuesta a la ruina y particularmente su portada con algunas
estatuas, y
pechinas de piedra.
Muerte ni herida de personas, ni animales, no aconteció, ni
ha sobrevenido, aunque basto el susto para propinar cordiales y sangrías.
En los pozos se advirtió movimiento y elevación de aguas con bastante
ruido.
En el campo lo fue como de tronado o huracán, moviendo los
arboles con exceso al leve viento que soplaba, y a los labradores la
ropa y costales de trigo que tenían sobre la tierra para sembrar, a los
pastores el fuego
y calderos en que se hallaban disponiendo su regular alimento y estos en
especial informan que después de la media noche ante próxima a dicho
temblor vieron
relámpagos continuados a todos vientos, que les causo extrañeza en el
tiempo
frío y no estar nublado.
Que es lo que puede exponer conforme a lo que he tocado, y
he podido informarme de personas de ambos estados de toda verdad, distinción y
satisfacción, en cumplimiento de la orden de S.M. (Dios le guarde), dirigida
por el Iltmo. Sr. Obispo Gobernador, de 8 del mes que rige, cuya copia se me
comunico por el Sr. Corregidor de la Ciudad de Villena y su partido en 11 del
mismo.
Almansa, noviembre 17, de 1.755. D. Joseph Boldo."
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