En opinión de este ilustre maestro de escuela, recogida por Roa Erostarbe en su "Crónica de la Provincia de Albacete" : "tomo sin duda este nombre por la figura de Bonete que forman los pequeños cerros que le circundan, o por coronar uno de ellos, al ser arrancado a la dominación árabe, por el Santo Rey Fernando, o mejor dicho por su hijo Alfonso llamado después El Sabio".
Lo ultimo puede descartarse por completo porque Alfonso X no conquisto esta zona por la fuerza de las armas y en cuanto a lo primero, diremos que solo un cerro reúne las características mencionadas: "El Amarejo".
Este lugar ya ha sido mencionado con anterioridad, pues fue uno de los sitios visitados por Pierre París, antes de ir a ver las ruinas de Meca, acompañado precisamente por don Pascual Serrano.
Aunque parezca extraño no he podido hallar nada publicado por el señor Serrano referente a este lugar, a pesar de tratarse de su propio pueblo y donde ejercía sus funciones como maestro de escuela. Tampoco han dado fruto los contactos que he mantenido con un nieto suyo que actualmente habita en Almansa, para que me proporcione los datos mas destacados de su biografía.
De todos modos, para darnos cuenta de la importancia de este yacimiento arqueológico, recurriremos a una nota publicada por don Marcelino Menendez y Pelayo en su Historia de los Heterodoxos (pag. 320. Tomo VIII), que dice lo siguiente.
"El desarrollo de la cerámica ibérica (prescindiendo de la prehistoria) sigue paso a paso, como ha probado P. París, el de la cerámica de Micenas. En algunos vasos o fragmentos de vasos procedentes del Cerro del Amarejo (cerca de Almansa) se han notado "svaticas" o cruces gammadas, soles formados por un circulo y lineas radiantes, y una especie de astro, que tiene por cabeza una espiral ornada de crestas y terminada en cola serpentina, como si quisiera representar un cometa, todo lo cual tiene probablemente algún sentido simbólico. Pero ni de esto ni de la fauna y la flora fantástica que decoran otros barros, especialmente los notabilísimos de Elche, ni de las rarísimas e informes representaciones de seres humanos que se encuentran en otros de la acrópolis de Meca (reino de Murcia) (sic) y en un curioso fragmento del Museo de Tarragona (num. 2.568), pueden sacarse gran consecuencia para nuestro estudio, puesto que todos o casi todos temas decorativos tienen similares en la cerámica de los pueblos clásicos (vasos de Micenas, vasos italiotas, proto-áticos etc.), a quienes imitaron los nuestros. La "esvástica" de origen oriental sin duda, es un elemento muy usado en la decoración griega primitiva. Los leones y perros, con un pájaro en la espalda y otro entre las patas , se encuentran lo mismo en los vasos de Elche que en los peines cartagineses descubiertos por Bonor (ilegible) en los Alcores de Carmona".
En la rápida visita que efectué para tomar las fotos que acompañan, encontré algunos trozos de cerámica interesantes, entre los muchos que salpican las empinadas laderas del cerro.
Lo que mas llamo mi atención fue una gran roca amarilla con una mancha roja redonda en el centro que se encuentra en el tercio superior.
Desde 1.978 a 1.980, don Santiago Broncano, Subdirector Gral. de Arqueología y Etnografía, ha realizado excavaciones en El Amarejo. (ver Al-Basit num. 15, pgas. 75 al 92), las cuales, a falta de publicarse vienen a demostrar que este pequeño poblado ibérico, ubicado en la corriente de penetración de las culturas orientales, estaba asentado, como otros tantos poblamiento ibéricos, sobre culturas del bronce.
"Su situación geográfica -dice- es interesante por encontrar se en una zona bien comunicada y de transición entre el área costera levantina y la submeseta sur. Efectivamente, a traves de los pasos de la cercana Almansa, se establece la comunicación natural con la provincia de Alicante y con el sur de Valencia, siguiendo las actuales vías de ferrocarril que van una a Villena y Alicante y otra a Jativa. También las carreteras que unen a Almansa con estas poblaciones coinciden en sus trayectorias con aquellas.
Posiblemente, debido a esta situación geográfica y según los materiales arqueológicos exhumados, se le puede considerar como uno de los focos importantes de la cultura ibérica, que no solamente brilla por si mismo, sino que transmite al interior de la península, a traves de las vías de comunicación mencionadas, los elementos culturales de la zona costera, directamente en contacto con las civilizaciones mediterráneas.
El material arqueológico de El Amarejo -dice mas adelante- especialmente cerámico, es de una abundancia tal que nos obliga a considerar la existencia en este núcleo de una producción alfarera extraordinaria, comparándola con la extensión relativamente pequeña del poblado.
Por otra parte, no solo es de destacar la abundancia, sino sobre todo la calidad de esta industria y la diversidad tipológica, que prácticamente contempla la totalidad de las formas cerámicas ibéricas, y esto teniendo en cuenta lo poco excavado hasta la fecha.
La cerámica mas interesante -termina diciendo- sin duda es la de importación, ya que permite fechar todo este extenso conjunto de piezas. Afortunadamente este tipo de cerámica esta bien representado en el departamento que estamos tratando. En barniz negro existen pateras y cuencos Campanienses y del Taller de Pequeñas Estampillas de las formas 25, 27 b y c, 28 a y b y 34 de Lamboglia. En barniz rojo, de fabricación púnica, se han recuperado tres pateras de la forma 21-25 y otras dos de la forma 22"...
La abundancia de cerámica, que tanto asombra a este eminente arqueólogo actual (circunstancia que también fue observada en Meca) no puede ser interpretada como "una producción alfarera extraordinaria".
Nadie fabrica cosas "por capricho", sin salida comercial (y menos en aquellos tiempos). Por otra parte, ningún taller artesanal (como tenían que ser por fuerza los de Amarejo) podía -ni puede- diversificar en tal grado sus modelos, porque hacen falta maestros solventes, barros apropiados, obreros cualificados y lo que es mas importante, un mercado capaz de absorber esa producción.
Fechar un tipo de cerámico por encontrarse junto a otro perfectamente identificable por su calidad de "importado", no es valido salvo para algunos arqueólogos. En casa de nuestras abuelas coexistían platos nuevos, con los pucheros,
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