Meca en la Actualidad

El aspecto actual de las ruinas de Meca sigue siendo asombroso, a pesar de los grandes deterioros sufridos desde la época en que fueron escritas las descripciones mas recientes que hemos leído, los cuales han consistido en la desaparición total de la configuración vertical de la ciudad. Esto es, no quedando vestigio alguno de construcción hacia lo alto. Solo los cimientos de los edificios que fueron construidos tallando la roca, las numerosas excavaciones de la misma piedra en forma de silos y aljibes, así como el camino hondo, se pueden contemplar con claridad, pero ellos solos, con su grandiosidad consiguen despertar el asombro del visitante.

Vista de Meca desde el Norte. En el centro se divisa con claridad la cueva del Rey Moro o de San Pascual. Esta foto esta tomada desde la carretera que, partiendo de la comarcal de Almansa a Requena, por Ayora, conduce al cercano pueblo de Alpera.

Las orientaciones que nos han ofrecido los autores consagrados no se ajustan demasiado a la realidad en la mayoría de los casos.

El eje longitudinal de la sierra denominada Mugrón de Almansa, corre de Norte a Suroeste, con la curva consiguiente, siendo el Castellar de Meca una estribación de la sierra en su parte Norte.

El Castellar es mas alto de lo que aparenta en la distancia y sus vertientes, muy pronunciadas, están salpicadas de grandes rocas desprendidas de la cumbre y de matas, espinos, malezas y plantas aromáticas,que dificultan enormemente su ascensión. Al final de las mismas, se eleva, vertical macizo rocoso donde se asienta la ciudad.

Numerosas cavernas, algunas casi ocultas por la vegetación, abren sus bocas en el macizo rocoso. En muchas de ellas se observan huellas de haber servido de habitación.

Actualmente, la subida mas cómoda se practica por el lano Norte, aprovechando las escaleras construidas para alcanzar la cueva de san Pascual.

Para llegar a ellas, hemos de seguir, desde la casa de labor del mismo nombre de la ciudad, el áspero camino trazado por el ganado de la misma en su búsqueda diaria del agua almacenada en un antiquísimo aljibe que se alza a media ladera.

La vereda, al principio polvorienta, se convierte al poco en una inmensa y torturada roca.

Cercanos al viejo aljibe todavía se observan restos de un muro exterior formado por grandes piedras.


Estas son las veintidós gradas que los vecinos de Ayora tallaron en la roca para subir con cierta comodidad a la cueva de san Pascual, que abre su oquedad un poco mas arriba y a la izquierda de la imagen.

Cuando el visitante contempla por primera vez estos escalones sin que le hayan informado de su destino, su asombro es total, ya que, aparentemente, ni vienen de ningún sitio, ni conducen a ninguna parte, por estar en el centro del macizo (hacia la parte superior).

Contemplando estas grandiosas ruinas, comprendemos los errores y contradicciones que hemos podido observar en los relatos anteriores.

Meca es muy extensa y posee muchos puntos de gran interés que pueden acaparar por si solos la atención de un visitante, impidiéndole fijarse adecuadamente en los demás.

El conjunto de las ruinas, con su enorme capacidad de asombro, hace que los recuerdos se vean afectados por una primera impresión fantástica, que los desfigura, siendo notable el hecho experimentado por mi, de que al visitarlas por segunda vez, no me parecían iguales. Es decir, que los de talles recordados no se ajustaban a la realidad, bien en sus dimensiones, sitúa cion o relieves, sin que ello signifique perdida de atractivo o interés; por el contrario, este se acentúa al comprobar que se nos han escapado muchos mas detalles de los que hemos visto.

No es extraño, pues, que los autores citados, visitantes, los mas, de pocas horas, se confundieran en numerosas ocasiones. Una vez superados los veintidós escalones, la pendiente, de roca pura, se hace mas suave. De trecho en trecho y para salvar algunos repechos, se ven otros escalones dispersos mas rudimentarios.

Hacia la izquierda se encuentra el acceso a la cueva de San Pascual (que yo no visite hasta mi sexta visita).

Se trata de un sendero angosto, al borde del precipicio, en alguno de cuyos tramos hay escalones muy desgastados y en otros casi desaparece por los aterramientos.
La cueva, cuyas dimensiones ya conocemos, no es mas que un gran abrigo, de suelo inclinado hacia el abismo. En el fondo, en el suelo, se observa una pequeña plataforma que debió servir para sostener una imagen del santo y cerca de ella, una pila pequeña, escavada junto a la pared de la que en tiempos pasados rezumaba un diminuto hilo de agua, es todo lo que resta de la famosa fuente.
Seguimos con nuestra ascensión y muy pronto nos topamos con la primera de las grandes cisternas, la cual, según mi opinión, originaba la fuente de la cueva de San Pascual, merced a una filtración.

Las dimensiones de este aljibe tomadas "a ojo" nos hablan de doce a catorce metros de longitud, por tres y medio de anchura y cuatro de profundidad hasta la maraña de grandes hierbas que cubren su invisible fondo.


El camino tallado en la roca comienza a señalarse. Al fondo de la fotografía adjunta se observan los amontonamientos rectilíneos de guijarros formados al roturarse el terreno para su cultivo. Mas al fondo se encuentran las ruinas del templo o santuario y en primer plano unos de los aljibes pequeños, que recoje agua del camino.

Poco a poco, el camino se hunde en la roca. En sus paredes se advierten dos zonas desgastadas por el roce de los carruajes.


"Peña-carril", como lo definió el señor Sabater traza una curva repentina.

En la foto que lo ilustra se pueden advertir las franjas desgastadas en las paredes, que aquí parecen intencionadas, como hechas para albergar un techado, dado que la profundidad del camino supera los tres metros y medio, hipótesis esta que pudiera estar fortalecida con la presencia de unos agujeros en el suelo escavados en trechos regulares, que pudieran haber mantenido unos puntales.

La posible existencia de esa plataforma hubiese servido a los habitantes de Meca para pasar con tranquilidad por encima del camino, acortando distancias, resguardando la senda de los rigores climáticos y otras muchas ventajas que no voy a enumerar.


 En lo alto del promontorio, en su lado Sureste, encontramos, medianera con el camino, una asombrosa escalera de grandes peldaños, formando pared con una excavación rectangular de regulares dimensiones.

Tras la revuelta antes citada, el camino comienza su descenso hacia el llano, buscando la máxima suavidad en la bajada.

La superficie de Meca, salvo un trozo central donde se observan huellas de calles y casas completamente aterradas, es una pura roca y se encuentra totalmente excavada buscando el máximo aprovechamiento. Y así se ven aljibes caseros, pesebres, escalones para salvar alturas, etc.
Después de haber visitado la ciudad muerta y todavía sumido en el asombro, el visitante no puede menos que evocar las mas famosas construcciones de los pueblos de la antiguedad, como las pirámides, las terrazas de Baal-Bek, o el Machu Pichu, no equiparándolas en grandiosidad, sino imaginando, tras ver estas, casi ignoradas, como serán las otras, tan famosas en el mundo entero.

Para mi no existe en la arruinada ciudad, un detalle que supere a otro en importancia. Lo realmente interesante y admirable es el conjunto. Me produce escalofríos pensar en la cantidad de cientos y cientos de metros cúbicos de roca que se vaciaron a golpes de cincel para construir los silos, las cisternas, el camino, los edificios, los pesebres y toda gama de pequeñas construcciones que lleva consigo el levantamiento de una ciudad.

¿Somos capaces de imaginar como seria la población en la época de su esplendor?...¿Quienes fueron sus constructores?...Que nombre tuvo en la antiguedad?... Las preguntas sin respuesta se suceden interminablemente.

De los autores consultados solo don Julian Zuazo se atreve a opinar sobre el origen de las citadas ruinas: "Las ruinas de Meca,enclavadas en lo que fue la Contestania, las juzgamos ibéricas por su situación y por su cerámica, y creemos que la ciudad fue destruida antes del advenimiento de Octavio Augusto al solio imperial de la opulenta Roma".

En principio, nada parece oponerse a esta opinión, pues tanto la situación geográfica de Meca esta dentro del área peninsular reconocida como ibérica, como la cerámica hallada corresponde a esa denominación.

Mi opinión (ojo, lector, que es la de un profano) difiere un poco de la del Sr. Zuazo, en cuanto a la construcción de la ciudad por los iberos.

Creo que, efectivamente, en Meca existió una población ibérica mas o menos numerosa que merced a la presencia greco-púnica en la península se convirtió en una ciudad almacén y de ahí la enorme cantidad de silos y desproporcionada masa de cerámica.

Ya se que esta opinión puede escandalizar a alguno pero creo sinceramente en ella y la expongo convencido de sus posibilidad.

Tanto la cerámica griega como la fenicia hallada en la península es de la primera época. Es decir, que la trajeron en sus primeros viajes para servirles de envases y hasta de elementos de trueque si queremos, de la cual copiaron los indígenas desarrollando su propio estilo hasta formar la que seria conocida como "ibérica".

Lo que es indudable es que ni griegos ni fenicios vinieron a Iberia a ejercer de alfareros.

Los iberos significaron para los pueblos colonizadores, una mano de obra barata y un mercado fabuloso en el que podían conseguir las materias primas y alimentos de que carecían en sus países o ciudades de origen a quienes iban destinadas las mercaderías.

Para comprender bien las relaciones mantenidas entre colonos e indígenas, hemos de recurrir al testimonio del profesor Arribas, quien en su obra LOS IBEROS (Circulo Amigos de la Historia, Madrid, 1.978), nos dice lo siguiente:
..."para comprender el carácter de los establecimientos coloniales en la Península y la influencia que ejercieron en el mundo indígena, hay que tener presente que el único excavao do de este tipo es Emporion.

La identificación que acaso pueda propugnarse de Cypsela con Ullastret eleva a dos el numero de los establecimientos conocidos.

Todos los intentos para situar los demás establecimientos costerops han fracasado hasta ahora, y solo Akra Leuke (Alicante) puede considerarse como adquirido, aunque su fase mas antigua no sea anterior al siglo IV antes de Jesucristo.

EN VALENCIA, VALLE DEL EBRO Y SUDESTE.-

En toda la costa se escalonan los hallazgos griegos (cerámica especialmente) en los poblados ibéricos, a partir de fines del siglo V y, en general, durante todo el siglo IV antes de J.C. ...

...Un conjunto de estaciones y necropolis ibéricas fuertemente helenizadas marcan una ruta interior comercial griega por el Guadiana hacia Tartessos en el siglo V antes de Jesucristo. Y esa cosa es especialmente la que, desde el punto de vista cultural, económico y artistico, refleja con mas fuerza el impacto de la penetración griega. Hay que ver en este camino en relación con los yacimientos metalíferos de andalucia. Las minas de Sierra Morena se hallan en esta ruta que se abre en la costa entre Hemeroscopeion y Villaricos.

Una via desde Akra Leuke sigue por Albacete, Balazote y Villacarrillo hata Linares (prov. de Jaen).

Otro camino comercial enlaza Elche con Redovan, Orihuela, Murcia y Cartagena; y a el hay que añadir el que enlaza Murcia, Archena, Caravaca, Galera, Baza hasta Guadix. Finalmente desde Villaricos, por Hercal-Overa, se llega a Baza, en el nucleo interior de rutas comerciales con Sierra Morena.

Esta zona es la de mayor concentración de hallazgos escultóricos y de establecimientos fuertemente helenizados; es, en definitiva, la zona que serviría en época anterior para la penetración de los marfiles de Carmona y las piezas de Aliseda (Extremadura) si siguieron un camino terrestre.

Los indígenas de este área aprendieron pronto a imitar las formas y los temas decorativos de las cerámicas importadas, tanto fenicio-punicas como griegas.

En Carmona, Galera, etc., la cerámica de bandas ha de considerarse oriental, del circulo fenicio-chipriota, que pronto seria imitada en el país...
En cambio, la profusión de motivos y temas de la cerámica del Sudesta hacen pensar mas en imitaciones de la cerámica griega".

Por su parte, el ruso V.V. Struve, traducido por N.Caplan (HISTORIA DE LA ANTIGUA GRECIA, Madrid, 1.974), nos informa de lo siguiente:
"La importancia del desarrollo de la producción e intercambio de mercancías en Grecia durante el siglo V antes de Jesucritos no admite lugar a dudas. Como en todas partes, ese desarrollo en la Grecia de la antiguedad estuvo orgánicamente ligado con el nivel de desarrollo de las fuerzas de producción, que presuponían ya la aparcicion de la propiedad privada, el crecimiento de la división social del trabajo, el desglosamiento del trabajo agrario de los oficios manuales y el desarrollo del esclavismo.

Engels anota que el desarrollo de todo este proceso se hace evidente aun en tiempos muy tempranos:
`En la época a la cual se extiende la historia escrita` (F.Engels,ORIGEN DE LA FAMILIA, LA PROPIEDAD PRIVADA Y EL ESTADO.- Fundamentos. Madrid, 1.970).

Desgraciadamente, lo tocante a las particularidades y formas de la producción e intercambio de mercancías durante la antigua época esclavista no puede considerarse como suficientemente estudiado en la historiografía soviética. Si bien estos problemas, indudablemente muy importantes, de la historia antigua se hallaron siempre dentro del campo visual de los investigadores soviéticos, su estudio no ha asumido aun el carácter tan profundo como merece.

Mas todavía: el papel de la producción e intercambio de mercancías en la vida económica de toda la Grecia antigua es abiertamente subestimado por muchos investigadores soviéticos, en una serie de casos. Pero es el hecho de que,después de las guerras greco-persas, el desarrollo de esos fenómenos en la vida económica de toda la sociedad griega dio un considerable paso adelante en comparación con la época precedente, y el peso especifico de los giros comerciales cre cio inconmensurablemente. Fueron surgiendo en la Grecia balcánica nuevos centros económicos, cuyos giros comerciales alcanzaron escalas jamas vistas en aquellos tiempos. Y Atenas fue transformándose precisamente en uno de esos centros, mejor dicho, en el centro mas grande de todo el mundo helénico de aquel entonces.

A nediados del siglo V, el Pireo se convirtió en el puerto comercial mas grande de todo el mar Egeo, y en la época de Pericles se transformo en el centro del comercio de toda la cuenca del Mediterráneo. Las avenidas costaneras del Pireo, de la parte mercante, que era la oriental, estaban atestadas de depósitos; los de cereales se encontraban en el linde de las partes militar y mercante de ese puerto. Un poco mas lejos estaba situada la plaza comercial del Pireo, con los negocios, las oficinas de los banqueros y las mesas de los cambistas. Adyacente al Pireo había un emporio delimitado, que era el lugar para la descarga de mercancías. Todo lo que se descarbaga fuera de ese sitio era considerado contrabando.

Mas allá de este emporio comenzaba la ciudad propiamente dicha. En su parte central, durante los siglos V y IV, residían los propietarios de los barcos, los mercaderes, los grandes usureros, los empresarios, etc., y en las periferias, los remeros, los cargadores y otros cuyas acitvidades estaban vinculadas con el mar. A traves del Pireo se efectuaba la exportación de aceite de oliva, vino, miel, mármol, plomo,plata proveniente de los yacimientos de Laurion, lana, objetos metálicos, cerámicas, etc.
Durante el siglo V se daban cita en el pireo las naves de casi todo el Mediterráneo. Allí desembarcaban los cereales de Egiptología, de Sicilia y del Bósforo, el pescado del mar Negro, ganado, cueros, lana de Mileto, alfombras de Persia y de Cartago, oleos aromáticos de Arabia, bronce y calzado de Eubea y de Chipre, brea, cáñamo, maderas de Macedonia y Tracia para construcciones navales, cera, maderas del Caucaso y de Iliria, minio de Quios, etc.

Y a es te mismo puerto eran traídos los esclavos". La falta de investigaciones y estudios concretos sobre cada una de estaciones ibéricas detactadas en la Península, hace que los eruditos en la materia hablen en tonos generales y eso dificulta enormemente el aprendizaje (o asimilación) de los interesados en la materia que, confiando ciegamente en las enseñanzas recibidas, no aciertan a distinguir los distintos matices que diferencian, por fuerza, unas poblaciones de otras debido a su situación geográfica, altitud, comunicaciones, etc.,etc., solucionando siempre los asuntos basándose, no en elsentido común, sino en los escritos antiguos que tantos fallos pueden contener (o mas) que los actuales.

Como ya he dicho, lo que me hizo suponer que Meca no fuese una ciudad ibérica propiamente dicha, fue la enorme cantidad de silos y otras excavaciones calificadas como cisternas, así como la desmensurada cantidad de cerámica que todavía se encuentra, impropio todo ello de una ciudad agrícola normal, sea el tiempo que sea.

Los mas de trescientos silos-cisternas no pudieron usarse exclusivamente para conservar agua, porque tampoco era tan escasa (y el ejemplo lo tenemos en el antiquísimo aljibe). Tampoco en una ciudad normal se precisaba esa descomunal existencia de cerámica, a no ser que en silos y recipientes se guardasen granos y líquidos para ser comercializados.

al preguntarse: Sagazmente, el señor Sabater, ya intuía esta posibilidad "¿Que raza de hombres habito estos lugares solitarios,allá en los mas remotos tiempos?... ¿Fueron civilizados?... ¿Constituyeron tal vez, una horda de salvajes, merodeadores de los limítrofes pueblos contestanos y de las fértiles huertas de Valencia, depositando, amparados en su acrópolis, en esos inexplicables silos el botín de sus rapiñas?... ¿Y si fueron tales silos o cisternas destinadas a sus propios usos, por que existe tan crecido numero, cuando tres o cuatro de ellos, bastarían para satisfacer por largo tiempo las necesidades de la población que allí puede albergarse?..."

Tambien el hallazga por Pierre París de las rondelas que servían como tapones en las vasijas viene a confirmar mi creencia de que el pueblo que configuro la fisonomía de Meca fue exclusivamente comerciante Después de haber redactado este escrito se empezaron una excavaciones en serio, patrocinadas, al parecer, por la Comisión de Cultura de la Comunidad Valenciana (ya hemos dicho que Meca esta en termino municipal de Ayora), impulsadas por un sacerdote que durante algunos años estuvo dando clases en el Colegio Episcopal, de Almansa, el cual, durante este tiempo, visito las ruinas, se percato de su importancia y puso todo su empeño en rescatarlas a la cultura.

Se ha limpiado casi la totalidad del camino hondo,se han excavado los muros exteriores e interiores, se han limpiado algunos aljibes y cisternas y realizado calicatas en diversos lugares... /Es tan amplio/, así como se esta intentando reconstruir la torre que cerraba el punto débil de la ciudad.

Critico, como siempre, ante lo que no sea una autentica expansión cultural, repudio que el estudio de una ciudad de reconocida antiguedad se encomiende a un arqueólogo de la época medieval, que, lógicamente, no vera mas vestigios que los que conoce (o no comprometerá con otros su capacidad.

De todas maneras, es muy de agradecer el interés que se han tomado esas personas por rescatar del olvido unas ruinas tan importantes como las de Meca (que aun darán mucho que hablar). Es una lastima que no pertenezcan a Almansa o a Alpera (y por tanto, a Castilla-La Mancha), porque en ese caso, nuestros representantes culturales en Albacete, se preocuparían en el acto de realizar, o gestionar, toda clase de investigaciones al respecto (al menos, para intentar demostrar, como los nuevos ricos, que Albacete tiene algo de que presumir, aunque apara ello, los "ilustrados" no vaciles en apropiarse de la antigüedad de la feria de Chinchilla...

No hay comentarios:

Publicar un comentario