viernes, 2 de agosto de 2013

Las Fallas en Almansa

Mis datos vuelven a estar documentados en el 36 y,  por cierto, para aclarar un malentendido.

Casi todos los almanseños menores de cincuenta años han oído decir que antaño se hicieron fallas en Almansa. Y como no se amplia mas la noticia, da la impresión de que esta actividad era una costumbre o cosa típica. Y no es así. Fiestas como las Fallas valencianas solo se hicieron en Almansa en 1.936, por iniciativa de un medico de aquella tierra afincado entre nosotros, llamado Ricardo Romance.

Este hombre, bastante joven, fue muy estimado en la población, tanto por sus cualidades humanas, como por su profesionalidad, y por haber sabido integrarse en la cúpula por así decirlo intelectual del pueblo, colaborando en todas y cuantas ocasiones surgieron.(dio conferencias, escribió en los periódicos locales, etc.etc.)

El Dr. Romance, captando el entusiasmo de los almanseños por adornar sus calles, confeccionando de modo artesanal decoraciones estupendas, evoco, sin duda, el trabajo de los artistas falleros (cuyos orígenes fueron muy similares a los nuestros) y trato por todos los medios de canalizar aquellos esfuerzos dispersos en la construcción de unas cuantas Fallas que bautizaron con el almanseño nombre de Fogatas.

Cuando se publico el libro de Fiestas de aquel año se habían recaudado para las Fogatas unas 15.000 pesetas, de las cuales,10.000 se habían gastado en jornales. Con parte del resto se pagaron los materiales y con lo que quedara (aun faltaba bastante que recaudar entre los barrios) se pagarían los numerosos festejos programados.

Aunque no puedo detallar como fueron las Fogatas levantadas, si debo describirlas por encima.

La primera de ellas estaba instalada en el Jardín y se titulaba el TEMPLO DE LA REPÚBLICA. El monumento de cartón representaba una corona sustentada por ocho columnas jónicas, debajo de la cual aparecían varias figuras alegóricas: una bella mujer, símbolo de la República, unos niños en escuela junto a un buen hombre que comía vorazmente, que venían a significar Escuela y Despensa, al lado un Doctor con su toga (La Ciencia), llevando en su birrete tres colores: el rojo, Derecho, el amarillo Medicina y el morado Ciencias y los tres unidos, la bandera republicana. Otra figura representaba El Arte, un trabajador; al Trabajo, con lo que se formaban los tres grandes amores de la República: CIENCIA, ARTE y TRABAJO.

En la Plaza de la República se alzaba otra Fogata titulada PAELLA Y GAZPACHOS, que pretendía significar el abrazo de las tierras de Valencia y de Castilla en nuestra ciudad, con figuras representativas de cada región.

En la Plaza de Santa Maria, que entonces se llamaba de Mariana Pineda, se alzaba otra Fogata, titulada GUERRA Y CRISIS. En ella estaban representados el paro agrícola, el industrial, el hambre, la miseria y la guerra, como un alegato para la recapacitación de las mentes ante la contienda fratricida que ya se presentía en muchos detalles. Otra Fogata estaba plantada en la Plaza de la Libertad (hoy del Primero de Mayo).

En lo alto del monumento había una maquina de tren como correspondía al barrio donde estaba instalada, pero su critica se centraba en el titulo UNA MAQUINA Y OTRAS COSAS SUAVES. Aquellas otras cosas,eran un Mercado de Abastos nuevo, un moderno alcantarillado, un matadero de nueva planta, una fuente seca,un reten de bomberos con un coche escala de corte modernista junto a un niño que apagaba un fuego haciéndose pis...

En el cruce de las calles de San Antonio y de San Juan de Dios (entonces Tomas Meabe y Azucena, respectivamente), había otra titulada GENTE CONOCIDA O DADOS Y PUNTOS, que estaba compuesta por cinco dados gigantes y estaban representados personajes típicos del pueblo, destacados por sus oficios o por su manera de ejecutarlos.

En la calle de Campanario (ahora Plaza de Santiago Bernabeu) se había plantado otra Fogata, esta con el titulo de ESCENAS DE UNA MATANZA. En ella se sacaba punta a los problemas creados en la Tierra por la manzana de Adán dentro de las relaciones humanas y su convivencia.

En el cruce de las calles de La Rosa y de Las Norias, se alzaba otra titulada CASTILLO DE NAIPES, formada por cinco cartas de la baraja francesa y venia a simbolizar el ficticio ambiente amoroso que se vivía en aquella época, en la que numerosos militares estaban destacados en el pueblo y causaban verdaderos estragos en los corazones de las jovencitas (Verdad Isabel?)... que posteriormente en la inmensa mayoría de los casos no llegaron a fructificar. Eran castillos de naipes que un ligero soplo de aire podía derrumbar. Ese era su mensaje.

También se hicieron algunas Fogatas infantiles. ningún archivo particular la menor noticia sobre este tema.

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