viernes, 2 de agosto de 2013

Terremotos en Almansa

He dicho terremoto, porque en el siglo XVIII, en Almansa se dejo sentir en dos ocasiones un temblor de tierra de considerable proporción que llenaron de espanto a la población.

Buscando detalles de estas convulsiones sísmicas, encontré un libro sobre el tema -que naturalmente nadie ha leído jamas- y me entretuve en hojearlo.

Se trata del CATALOGO SISMICO, de Galbis Rodriguez escrito hace mucho tiempo y al que nadie acudiría para entretener una espera, como ya he dicho, que ofrece una "relación de algunos terremotos sentidos en la zona comprendida entre los meridianos 5 grados E y 20 grados O. de Greenwich y los paralelos 25 grados y 45 grados N., desde los tiempos históricos mas antiguos hasta el año en que se obtuvieron en España los primeros sismogramas."

Empieza esta relacion citando un párrafo de la Crónica General de España en el que se afirma que "Thobel", el Tubal de nuestras historias, vivía aun cuando un terremoto u otra cosa natural rompió la lengua de tierra que unía áfrica con España y puso en comunicación el Atlántico y el Mediterráneo, y continua recogiendo toda clase de mitos y leyendas, mas o menos verosímiles, publicados por diversos autores. Poco a poco se adentra en la Historia y nos ofrece, ya documentados, los grandes terremotos padecidos en el área señalada, a la cual pertenece la península Ibérica.

Buscando entre fechas y lugares las ocasiones en que Almansa hubiese podido verse afectada por estas convulsiones, encontré que, a lo largo de la historia hubo seísmos que conmocionaron a toda España en general, o a extensas regiones mediterráneas (como por ejemplo en 1.396, en que "hubo grandes terremotos en todo el reino de Valencia y en las comarca que confinan con Castilla"), pero sin detallar lugares concretos.

Las dos únicas ocasiones que se encuentran descritas con detalle son las ya citadas en el siglo XVIII. La primera ocurrió en 1.748 (23 de marzo), repitiéndose los temblores el 2 de abril.

"A las 6 h. 15 m. ocurrió en el reino de Valencia uno de los mayores terremotos que se registran en dicha región.

Se hundió completamente el castillo-convento de la Orden de Montesa, abriéndose la peña que lo sustentaba y sepultado entre sus ruinas 18 de sus religiosos; cuentas que el Prior del Socorro de la Orden de San Agustín que iba de viaje en dirección a Valencia, vio abrirse la tierra y quedar en ella sepultado el criado que le acompañaba.

Jativa fue una de las ciudades que experimentaron mayores extragos, quedando muchos de sus edificios, iglesias y conventos convertidos en ruinas; duro unos 15 s., no habiendo que lamentar desgracias personales. El terremoto se repitió el 2 de abril, con mayor virulencia, si cabe, que el día 23.

En la villa de Enguera se hundieron el día 23 muchas casas y la Iglesia, donde pereció el cura y otras dos personas, y el día 2 cayeron 108 casas, ocurriendo muchas desgracias personales, siendo necesario abandonar el resto de los edificios por encontrarse en ruina. La villa de Anna vio caer su iglesia en día 23, y el día 2 algunas casas. En Manuel y Novele el terremoto del día 2 quebranto todas las casas, y lo mismo ocurrió en Canales (Castellon) (sic). En la villa de Vallada se resintieron todos los edificios, incluso la iglesia.

Alcudia de Veo (Castellon) quedo totalmente en ruinas el día 23, menos el campanario, que se hundió el día 2, así como el palacio señorial.

En Torrente se desplomaron siete casas y la iglesia, sepultando entre sus ruinas 23 personas, de las cuales cinco murieron.

En Estubeny se hundieron siete casas y el palacio. Rotgla y Corvera quedaron totalmente destruidas".

Como de lo sucedido en Almansa no menciona nada, para enterarnos tenemos que recurrir a nuestro Archivo Municipal, en el que encontramos que en el cabildo celebrado el 3 de abril, se anoto lo siguiente:

"Que en atención a que las divinas iras se han explicado por nuestras culpas con los temblores de tierra que se experimentaron en esta villa y otras de su circunferencia, la mañana del día veinte y tres de marzo próximo, que aunque no causaron el temor que correspondía para nuestra enmienda por no haber memoria de semejantes demostraciones, ni menos los estragos que producen, habiendo tenido la certeza de los que en el mismo día y hora, que lo fue entre seis y siete de la mañana del día citado, padecieron de iguales temblores, en esta inmediación, el Castillo de Montesa (que siendo una de las fortalezas mayo res de estos reinos que en tiempo alguno ha podido conquistares con la fuerza mas superior de enemigos combates) al que causo dicho temblor de tierra se arruino la mayor parte de dicha fortaleza, haciendo tan lamentable estrago, como dejar en sus ruinas sepultados hasta veinte y una personas, experimentandose este estrago tambien en la villa de Montesa con la muerte de cuatro de sus vecinos y la ruina de muchos edificios, extendiéndose a lis villas de Enguera, Vallada, y en aquella, y su Iglesia, quedo muerto a la violencia de lo que se arruino de ella, su Parroco rector con algunas casas de los dichos pueblos, y otros, como son Torrente de la Costera, Llaneras, Canales, Escubent, que son de los que por mas extenso se han tenido noticias de sus ruinas en el expresado día y hora, la que dio motivo a la conturbación de los vecinos de este pueblo, la que se aprecio la noche del día próximo entre nueve y diez de ella, que repitiendo otro temblor de tierra con bastante violencia, pues los edificios llegaron a estremecerse, pero mucho mas los conturbados ánimos, porque en las casas, no quedo persona, temerosa de que los edificios se arruinasen, clamando misericordia a nuestro Dios y Señor, convocándose a esta Parroquial Iglesia en donde se expuso a Nuestra Divina Majestad Sacramentado, por algunas horas, y haciéndose preciso se volviese al Sagrario, el clamor del pueblo fue general, pidiendo se trajese la Milagrosa Imagen de la Gran Reina y Señora de esta Noble, leal y fidelísima villa, por cuyo patrocinio de muchos siglos a esta parte hay experiencia y tradición haber conseguido el total consuelo en todas sus tribulaciones y siendo la presente mayor y sin ejemplar, se ha hecho mas temible con las lamentables resultas de que va hecha mención; y deseando dar el debido consuelo a esta villa y al Muy Reverendo Clero que hizo igual demostración; en la misma noche se les manifestó que tendría efecto la siguiente mañana y se tuvo a bien publicarlo a la una de ella con lo que se experimento gran jubilo, y en la confianza del patrocinio de esta Señora, se logro recudiesen las gentes cada una a su habitación con el seguro de que con tan poderoso auxilio, experimentarían su consuelo (como así se ha experimentado) porque universalmente han exclamado el total sosiego de su temor y perturbación, y deseando esta villa complacer a sus habitantes a tan justa suplica, y rendidos a la vista de esta gran Señora se le retribuían las mas debidas gracias, y con reverentes cultos y rogativas, se clame por su intercesión la divina piedad, para que sus- pendiendo sus justas iras explicadas en dichos temblores y sus resultas, logre esta villa la divina clemencia: Determino que en el modo, y disposición acostumbrada que permita lo acelerado de la determinación para que la necesidad al peligro eminente no da mas tregua, se pase a la Ermita de la colocación de dicha Soberana Imagen y se traiga y se ponga en su trono de esta Parroquial, en donde se le tributen los cultos mas expresivos por el tiempo que se tuviese por conveniente; y para que se practiquen las prevenciones correspondientes y lo demás que se estime por necesario ínterin existan las rogativas, se noticie esta resolución al muy Reverendo Clero con recado político para su concurrencia;

y tambien al muy Reverendo Padre Guardián o su presidente para el mismo fin según ha acostumbrado concurrir en semejantes la venerable y religiosa comunidad de Nuestro Padre San Francisco de Descalzos, de esta villa, y por los respectivos comisarios, a cuyo cargo están las providencias se conduzca a este fin, se nombraron a D. Marcos Enriquez de Navarra, Caballero del habito de Montesa y a D. Tomas Galiano Spuche, vecinos de ella".


Este escrito no es ningún sermón; es un acta del Ayuntamiento. Si los mas ilustres hijos de Almansa razonaban religiosamente de esta manera, no podemos maravillarnos de que en la antigüedad, Aristoteles admitiera que el aire encerrado en la tierra, al tratar de salir al espacio, producía los temblores. Este aire, según el filosofo, se formaba a causa de la evaporación de la humedad del suelo, caldeado interiormente por el fuego que ardía en las entrañas del mundo.

Esta creencia estuvo considerada durante muchos siglos como irrefutable.

Tambien hubo quien creía que los terremotos eran debidos a los Titanes que estaban aplastados por la enorme mole del Etna. En su TEOGONIA dice Hesiodo: "He ahí a los Titanes, hijos de la Tierra, que combaten contra los Centimanos, hijos del Cielo. A su alrededor, el mar sin limites muge con estrépito; a sus pies se oye el fragor profundo de la Tierra; el vasto Cielo se agita y gime; el Olimpo retiembla hasta sus cimientos y en los mismos abismos del Tartaro resuena el ruido de las rocas que se derrumban. Jupiter despliega entonces sus fuerzas; desde las altas cimas del Olimpo lanza fuegos chispeantes; los rayos parten de continuo de su mano terrible; la Tierra se enciende; el Océano aparece cubierto de ígneas olas, y los sofocantes vapores rodean a los Titanes. Deslumbrados por el rayo, abrasados los ojos por el relámpago, Jupiter los precipita a los abismos de la Tierra; Briareo, Giges y los demás hijos del Cielo sujetan los con cadenas indestructibles y sobre ellas descansan los cimientos del mar y de los continentes que aun tratan de agitar a veces".

No queda ahí la cosa en cuestión de creencias; para los japoneses, cerca de Tokio había un enorme pez que producía los temblores "Tiene este pez aplastada la cabeza por una voluminosa piedra, tan grande como una montaña, y cuando este pez se agita y golpea el suelo con su cola se producen los temblores".

En la India se suponía que un gigantesco topo arañaba la tierra, formando galerías subterráneas y ocasionando hundimientos que producían las convulsiones del planeta.

Y había quien pensaba que no se trataba sino de una tortuga que llevaba sobre su caparazón la esfera de nuestro mundo; otros hablan de perros moradores debajo del suelo, que lo hacen extremecer con sus juegos y reyertas, o al rascarse y sacudirse sus parásitos.

Algunos espiritus mas despiertos consideraron quizá ridículo el que unos sencillos animales, por grande que fuera su tamaño, tuvieran la culpa de tantas calamidades, y en las tierras del Norte de Europa se atribuía el temblor a un rey escandinavo.

Era Loke un monarca en quien se personificaba y reunía todo el mal, y este pérfido rey se transformaba a cada instante en distinto animal, no solo para realizar sus maldades, sino tambien para burlas los esfuerzos que para cautivarle hacían los Ases o dioses principales. Al fin consiguieron estos encadenarle, en figura de salmón, entre tres grandes peñascos, e hicieron que una serpiente, suspendida constantemente sobre la cabeza del malvado, arrojase sobre su cuerpo una ponzañosa sustancia que le producía acervos dolores. Su ultima esposa, la virtuosa Singris, era quien aliviaba su martirio recogiendo el veneno en una copa. Si quedara Loke hasta que llegado señalado para el fin del mundo, se le de libertad para que lo destruya y mientras llegue ese día fatal solo puede conmoverlo con sus terribles convulsiones.

Otros mitos aseguran que a quien ataron a las rocas fue al dios Loti, por haber asesinado a su hermano Baldwin, siendo igual el resto de la historia.

Los turistas que van camino del Cabo Norte se detienen al llegar a Torghatten para admirar un túnel natural que atraviesa por completo la inmensa mole montañosa y es fama que esta ancha herida de la roca la produjo el veneno que la esposa de Loti recogía en su copa y después vertía sobre la Tierra.

Con motivo del temblor del año 46 de nuestra Era, el emperador de la China Koang-ou-ti, decretaba: "En estos dias la Tierra ha temblado, haciéndose sentir mas fuerte en Nan-Yang. La Tierra sostiene el peso de todas las cosas y seres y pesa mucho por eso y así queda naturalmente en reposo. Sin embargo, ahora tiembla y se rasga, lo que es culpa del Emperador, por no serle favorables los espíritus..." Y domina en el decreto la creencia de que las faltas del emperador y de los ministros del Imperio han merecido avisos del Cielo y de la Tierra.

Como vemos, en todo lugar y tiempo, los hombres se sienten infinitamente diminutos y desvalidos ante la pavorosa fuerza de la Naturaleza y suplican su piedad, intentando encontrar una explicación humana (o necesitándola) a sus cambios de estado. Para este dialogo suplicatorio, se valen de objetos de misteriosa procedencia, a los que se atribuyen poderes especiales; o bien que por su forma o materia sirvan para reactivar o resucitar las sensaciones vividas durante el fenómeno que les aterra.

Pero de esto ya hemos hablado. Volvamos con los terremotos padecidos en Almansa.

El segundo de ellos, ya citado, tuvo lugar el primero de noviembre de 1.755 y fue aun de mayor intensidad que el anterior.

El catalogo consultado nos dice que: este terremoto fue uno de los mas intensos registrados en la Península, comparable con el que sacudió a Lisboa en enero de 1.531 y de un área macrosismica mucho mas extensa (16 millones de km2), siendo sentido en toda Europa y una parte de África ocasionando numerosas víctimas, mas por oscilaciones terrestres del sismo y sus consecuencias, que por el maremoto que siguió a aquellas.

Al ser Lisboa, la ciudad donde mas estragos causo el terremoto, se le conoce como el "Terremoto de Lisboa". Y es natural, ya que causo la muerte de 40.000 personas, según las investigaciones actuales. En el Mediodía de Francia y en Cataluña, las aguas se enturbiaron de tal modo, que en algunos lugares parecía sangre.

En Baleares se sintió con gran intensidad, aunque no se tienen noticias exactas de los males causados; en Marruecos fue tan violento que no quedo edificio sano, cayendo casi todas sus mezquitas, que sepultaron muchos fieles.

Se noto en Mequinez, en Fez, en Salen, Arcila, Mamora, Larache y Tanger; en Safi y Santa Cruz. En Tetuan, en Melilla. En Ceuta el mar subió primero siete pies (poco mas de dos metros) para bajas seguidamente de tal modo que quedaron los barcos y los peces sobre la arena.

En Europa se sintió en Francia, en La Haya, en Roterdam, Utrech, Leyde, Hamburgo y un largo ecetera.

Como es natural, tambien se noto en Madrid. El rey Fernando VI, muy asustado por el hecho y por las noticias del desastre de Portugal, quiso conocer la importancia real que el terremoto había alcanzado en el reino y ordeno a los gobernadores de las provincias que le fueran remitiendo los informes de los alcaldes de los pueblos respectivos.

El que se redacto en el Ayuntamiento de Almansa es el siguiente:

"Noticia individual de lo que se experimento en esta M.N.L. y Felicitara villa de Almansa, Reino de Murcia, Obispado de Cartagena, por causa del temblor de tierra que acaeció el cuarto de hora para las once de la mañana del día primero del que señala mes de noviembre de este año de 1.755.

En dicha hora movía lento viento hacia entre Norte y Poniente, bastante frío, y se sintió gran temblor de tierra en la población, moviendo las gentes de sus asientos y lo que pendía extraño de las paredes; estas se movieron de una a otra parte muy particular, la superior y elevada oyéndose gran estruendo como que cruijian las maderas y las personas trastornaba el movimiento de la tierra, y hacia en el interior advirtieron mucha novedad, y en algunas partes para el vomito, y todas dejaron sus habitaciones, ocurriendo los mismo las gentes que se hallaban en la Parroquia e iglesias de los dos conventos de Nuestro Padre San Francisco, de descalzos, y Agustinas Recoletas, Ermita del Patriarca San Jose, todas cuatro intramuros, y en las que se estaba celebrando el tremendo sacrificio de la misa, sin que quedase persona que no dejase dichas iglesias, temerosos y llenos de pavor, y el orador de dicha parroquia tambien rezo y se retiro, después de exhortar al dolor y contrición con un acto muy fervoroso.

Se suspendió la fuente de dicho terremoto como de tres a cuatro minutos, repitiendo con exceso porque se vieron las espadañas o campanarios ladearse con inclinación bastante, a tierra caer algunos fragmentos de piedra y yeso como del peso de una libra algunos, y en el castillo, tambien intramuros de esta villa, se cayo una almena y parte de tapias, aunque bastante derruidas por el tiempo, creyendo las gentes que se desplomaban todos los edificios, cuyo temblor en la manera expuesta duro de siete a ocho minutos advertido general- mente, pero (a Dios las Gracias) no se ha experimentado ni reconocido quebranto considerable en las iglesias y población, bien en cuanto a la parroquia, por ser su nave de mucha anchura, dilatada, y de elevación, prudentemente se teme mas expuesta a la ruina y particularmente su portada con algunas estatuas, y pechinas de piedra.

Muerte ni herida de personas, ni animales, no aconteció, ni ha sobrevenido, aunque basto el susto para propinar cordiales y sangrías.

En los pozos se advirtió movimiento y elevación de aguas con bastante ruido. En el campo lo fue como de tronado o huracán, moviendo los arboles con exceso al leve viento que soplaba, y a los labradores la ropa y costales de trigo que tenían sobre la tierra para sembrar, a los pastores el fuego y calderos en que se hallaban disponiendo su regular alimento y estos en especial informan que después de la media noche ante próxima a dicho temblor vieron relámpagos continuados a todos vientos, que les causo extrañeza en el tiempo frío y no estar nublado.

Que es lo que puede exponer conforme a lo que he tocado, y he podido informarme de personas de ambos estados de toda verdad, distinción y satisfacción, en cumplimiento de la orden de S.M. (Dios le guarde), dirigida por el Iltmo. Sr. Obispo Gobernador, de 8 del mes que rige, cuya copia se me comunico por el Sr. Corregidor de la Ciudad de Villena y su partido en 11 del mismo.

Almansa, noviembre 17, de 1.755. D. Joseph Boldo."

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