miércoles, 17 de julio de 2013

Antiguas Ermitas

Estos lugares de adoración, mas que de culto, proliferaron en todas las poblaciones españolas conforme se iba produciendo la Reconquista y su implantación, tanto en el interior de los centros urbanos como en las cercanías, respondía a las preferencias de los pobladores, de distintas provincias en muchas ocasiones, por tal o cual santo venerado en su tierra natal, así como a cristianizar los lugares rústicos que eran objeto de atención por las religiones primitivas.

Algunas de las ermitas almanseñas desaparecieron sin dejarnos el menor rastro, otras se engrandecieron y reedificaron convirtiéndose en iglesias o conventos y otras, las menos, se mantienen en pie como buenamente pueden. Entre las que desaparecieron podemos citar la de San Juan, que se alzaba donde ahora esta esta el Hospital Municipal, que se comunicaba con el antiguo del mismo nombre. La del Socorro, al parecer, se encontraba junto a la Corredera. En su solar construyo don Indalecio Sanchez una bodega y al desaparecer esta, parte de dicho terreno fue cedido a la obra benéfica de ASPRONA para instalación de su Tallerscuela.

La del Salvador estaba en lo que hoy es el Cementerio Municipal; la de San Jose, ya se ha dicho que se encontraba en la Plaza de la Constitución, donde ahora tienen la parada los taxis y me place recordar que esta ermita se acordó construir en 1.6o2, cuando una de las muchas pestes que padeció la Península llego a nuestra ciudad con gran virulencia.

Parece ser que noventa y tantos de los apestados que habían salido con vida de la desgracia, hicieron voto de guardar fiesta como la del domingo, el día del Bienaventurado San Jose y edificarle una ermita. El obispo de turno concedió el permiso necesario con fecha 6 de mayo de 1.603.

Y esta fecha, precisamente, es la escogida para la celebración de la Virgen de Belén, como ya indico don Marcos de Navarra cuando dijo: no tiene ni le consta que haya sido nombrada por Patrona particular, y a la fiesta y procesión que en el día 6 de mayo se ha acostumbrado hacer, ha sido por el voto que dicen tiene hecho esta Villa...

El que los almanseños con dificultades recurrieran a este Santo, indica, por otro lado bien a las claras, que el fervor por la Virgen de Belén no era tan unánime entre la población, acaso porque no hacia tanto tiempo que Juan Sanchez había traído la Imagen de Roma y su devoción no había podido arraigar como nos han pintado.

Esta ermita de San Jose fue derribada en 3 de Agosto de 1.890, por amenazar ruina. En el solar que se produjo se encontraron algunos cadáveres, procedentes, sin duda, de la costumbre (o necesidad) de efectuar los entierros en las iglesias. Debido al calor que en aquella época del año se dejaba sentir, los citados restos no se trasladaron al Cementerio de modo inmediato.

La campana de dicha ermita se entrego a las Hermanitas del Asilo, que la habían pedido, así como anteriormente se les había dado un cuadro de la Virgen de Belén (en 20 de diciembre de 1.884).

La ermita de los Santos Médicos, (Cosme y Damian) se alzaba en el camino que todavía lleva su nombre y,al parecer, sus restos son los que aparecen en la foto adjunta.

En emplazamiento de la dedicada a Santa Lucia no lo conocemos, pero lo mas probable es que se encontrara al principio de lo que hoy es calle de su mismo nombre. La de San Antonio Abad (cariñosa y típicamente San Anton), se encuentra a unos dos kilómetros y medio de la población en dirección noroeste. Solo se abre durante las romerías del Santo y las de San Isidro. Su estado de conservación es bastante decente.

La del Rosario, conocida como La Capillica del Rosario, es la única que se encuentra en el interior de la población. Su edificación data de 1.795, en cumplimiento de un voto hecho por dos familias almanseñas: la de los Cuenca y la de los Pina Galiano.

Su tamaño es reducisimo y su construcción en forma de arco y portal sobre la calle Morería, aun le priva de mas volumen.

Desde 1.804, se viene celebrando desde su balconcito la tradicional rifa de corderos de la Virgen, regalados para tal fin por los ganaderos (porque los auténticos pastores no están en condiciones de regalar nada) y labradores.

Por ser un autentico tesoro, que se nos cae a ojos vista, he dejado para el final la ermita de San Blas. Este diminuto templo se levanta en el actual camino del Cementerio y su estado físico es lamentable, porque aunque últimamente se han realizado unas obras de enfoscamiento de la fachada (que yo considero un autentico atentado contra la arquitectura de aquella época) y se le ha reparado un pequeño tejado que se había caído, nada se ha hecho hasta ahora para rescatar de la ruina su interior, que todavía, milagrosamente acaso, conserva en bastante buen estado gran parte de las pinturas y estucados que decoraban el cuerpo principal.

Curiosamente, en ambos laterales del habitáculo, aparecen representados el sol y la luna (símbolos universales), sin que el tiempo y la oportunidad me hayan permitido una investigación mas profunda del conjunto.

De cualquier modo (aunque parece que el asunto esta en vías de solución), es una autentica pena que se dediquen horas, dinero y otras atenciones a parcelas de cultura elemental (que deberían autogenerarse), y se continué esperando que las instancias, ruegos, peticiones y suplicas a la Administración, tengan una respuesta positiva, rápida y eficaz.

Las ermitas que existían en el siglo XVIII, dieron origen a los actuales distritos eclesiásticos (que a su vez engendraron los Barrios Festeros), debido a la costumbre a mencionada de efectuar los enterramientos en los templos, al no existir Cementerio.

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